WENDY LUCAS
¿QUE ES SINTÁCTICA?
La sintáctica corresponde al análisis de la relación existente entre los distintos símbolos o signos del lenguaje.
¿QUE ES SEMÁNTICA?
La semántica, por su parte, es el estudio de la relación entre los signos y sus significados.
¿QUE ES DRAMÁTICA?
La dramática, es la disciplina que estudia la relación entre signos y los contextos o circunstancias en que los usuarios usan tales signos.
¿COMO SE CREA UN MITO?
El mito se crea a través de dos cosas, palabras falsas y con muy pocas palabras verdaderas.
Se desarrolló un hecho que se ve en los libros de historia, así puede tener partes de verdad y de fantasía que al paso del tiempo es difícil de ver la diferencia.
¿QUE ES GLOBALIZACION?
La globalización es un proceso de interacción e integración entre la gente, las empresas y los gobiernos de diferentes naciones. Es un proceso en función del comercio y la inversión en el ámbito internacional, el cual cuenta con el respaldo de las tecnologías de información.
Este proceso produce efectos en el medio ambiente, la cultura, los sistemas políticos, el desarrollo y la prosperidad económica, al igual que en el bienestar físico de los seres humanos que conforman las sociedades de todo el mundo.
¿COLO LEER & ENTENDER AL PATO DONALD?
Es un libro que analiza desde el punto marxista la literatura de masas.
Las historietas de Disney son reflejo de la ideología dominante.
Donald es el eterno enemigo del trabajo y vive en función del familiar poderoso.
Tribilines más que el inocente y poco avisado hombre común que siempre es víctima de sus propias torpezas que nadie dañan pero que no hace reír.
Que dictamina estas palabras es el dócil vocero de alguna de las ideas prevalecientes acerca de la niñez y la literatura infantil que transitan por nuestro medio.
LA PSICOLOGÍA DE LA FAMILIA BURRON:
Son el reflejo de una familia mexicana.
El típico padre de familia que trabaja sin parar, sin salir de la pobreza, una madre que es capaz de robar con tal de que sus hijos no se queden sin comer, a pesar de que creció en una familia de dinero.
¿QUE ES CULTURA DE MASAS, ALTA CULTURA Y CULTURA HÍBRIDA?
cultura de masas:
Se conoce como cultura de masas a aquellas manifestaciones culturales que, por sus características o forma de producción, pueden ser asimiladas por una gran cantidad de personas.
alta cultura:
Es lo equivalente a la cultura académica y se opondría a la cultura popular o tradicional.
No se trata de que ninguna sea mejor o peor, ni una más complicada que la otra.
La única diferencia seria el ámbito en el que se desarrolla.
cultura híbrida:
La cultura híbrida es un concepto que se refiere a una especie de re estructuración societal y como un tipo de movimiento social transitorio.
Canclini interpreta la hibridación cultural como ``una interpretación útil de las relaciones de significado que se han construido a través de la mezcla’’ por lo tanto transciende los procesos de mestizaje y similares.
BAILANDO EN LA OSCURIDAD:
es uno de los filmes más bellos de los últimos tiempos y es algo más. Es un poema, cine revolucionario, que a diferencia de otras películas aupadas grotescamente a los altares por consenso divino, jamás ha despertado aquiescencias ni pactos de ninguna clase. Muy al contrario: se trata de un canto a la muerte capaz de alimentar desprecio, rechazo o desdén con tanta energía como convoca la vehemencia. Esto, para mí, es síntoma inequívoco de su juventud estética, pues ya dijo el gran poeta irlandés que cuando los críticos difieren, el artista está de acuerdo consigo mismo más que nunca. Y así es, realmente. Después de haber navegado por, y de haber traicionado, el voto de castidad del Dogma’95, von Trier era ya un artista más libre, lúcido, generoso y trágico que nunca, lo que se tradujo en uno de los melodramas musicales más sorprendentes, inclasificables y estremecedores que pueden verse en una pantalla.
madre soltera inmigrante, checa, se instala en Estados Unidos y se pone a currar en trabajos de mierda para sacar adelante a un hijo descontento. Sabe perfectamente que en no demasiado tiempo va a quedarse ciega, y que la terrible enfermedad que la esclaviza es hereditaria y es muy probable que su hijo también la sufra. En semejantes circunstancias, su única salida espiritual es gozar con esos musicales que, según ella, mantienen proscritas la soledad, la miseria, la enfermedad y la muerte. Evasión. Opio. Pero por mucho que sueñe con esos sueños de celuloide, sabe que la vida, y la fatalidad, sigue su curso. Y Lars von Trier también lo sabe. Por eso un musical como este era necesario que algún día se hiciera, para cantar la mentira maravillosa que eran algunos musicales, y para hacer poesía con la verdad y el dolor que es la vida, esta aparición terrible que vino a sustituir a la Nada. Pero en lo terrible se esconde lo bello, y viceversa, y este cineasta es de los que saben impregnar una pantalla con eso, y sufriremos y lloraremos con Selma su atroz viaje, y sabremos que la música es el gran don de la vida.
Selma (una alucinante Björk, que encarna a la mujer vontrierana como no lo hizo ni siquiera la maravillosa Emily Watson de aquella bestial, descarnada, ‘Rompiendo las olas’, pues los ojos de esta cantante islandesa, su pequeño cuerpo y su voz, todo su ser, se erigen en expresión audiovisual inimaginable del melodrama moderno) mezcla los sonidos del mundo con su fantasía interior, y gracias a ello el mundo se convierte en un musical como aquellos que ella tanto ama. Y puede gritar sobre todo aquello que en la sociedad no se puede expresar. Y por todo esto este musical extraordinario es uno de los más grandes de todos los tiempos: porque por fin se funden en un todo forma y fondo, por fin se encuentra la excusa perfecta para convertir un drama social, una tragedia, en un espectáculo de canciones fúnebres, pues el punto de vista de la heroína es absoluto (la imagen es absoluta siempre), como debería ser siempre en el cine. Y la fotografía del grandísimo Robby Müller se hace arte con la imaginación de von Trier en cada encuadre, cada gesto.
Selma (una alucinante Björk, que encarna a la mujer vontrierana como no lo hizo ni siquiera la maravillosa Emily Watson de aquella bestial, descarnada, ‘Rompiendo las olas’, pues los ojos de esta cantante islandesa, su pequeño cuerpo y su voz, todo su ser, se erigen en expresión audiovisual inimaginable del melodrama moderno) mezcla los sonidos del mundo con su fantasía interior, y gracias a ello el mundo se convierte en un musical como aquellos que ella tanto ama. Y puede gritar sobre todo aquello que en la sociedad no se puede expresar. Y por todo esto este musical extraordinario es uno de los más grandes de todos los tiempos: porque por fin se funden en un todo forma y fondo, por fin se encuentra la excusa perfecta para convertir un drama social, una tragedia, en un espectáculo de canciones fúnebres, pues el punto de vista de la heroína es absoluto (la imagen es absoluta siempre), como debería ser siempre en el cine. Y la fotografía del grandísimo Robby Müller se hace arte con la imaginación de von Trier en cada encuadre, cada gesto.
El profundo dolor que late en las imágenes de ‘Bailar en la oscuridad’ perturba y hiere…pero la clarividencia de su mirada ennoblece, dignifica y convoca lo mejor de nosotros mismos, en una lucha feroz contra el instinto de marcharnos de la sala o apagar el reproductor. Ya nunca se es el mismo después de ver esta película, puñetazo, obra de arte, o lo que sea.
Obra maestra incomparable, que crece más y más a medida que se aleja en el tiempo. Sólo la he visto tres veces, pero es suficiente para que se me quede tatuada en la retina. Mi imagen favorita es la de esa mujer valiente lanzando sus gafas al río cuando viene el tren y diciendo que es mejor no ver más, nunca más. Imposible no llorar con esta película, pues se emociona quien puede, o a quien le interesa por motivos luminosos. Muchos dicen aún hoy que es una película tramposa, zafia, que juega al melodrama y a buscar los mejores sentimientos. Peor para ellos, no lamento que se lo pierda.
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